El lubricante circula a través de las piezas móviles del compresor para minimizar la fricción, el desgaste y la generación de calor, a la vez que favorece la fiabilidad a largo plazo y un rendimiento constante. Además de proteger los componentes, también ayuda a eliminar los residuos formados durante el funcionamiento y cualquier partícula externa que pueda entrar en el sistema. El mantenimiento regular del lubricante es esencial para evitar averías y reducir el riesgo de costosas reparaciones.
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